
Comienza la historia en 1195 con la cruenta
Batalla de Alarcos
,
en la que se enfrentan los ejércitos cristianos y musulmanes, que
resultaron vencedores, suponiendo así un retroceso al avance cristiano
y propiciando que la ciudad de Alarcos quedara despoblada.
Fundada por Alfonso X el Sabio en 1255, sobre lo que anteriormente había sido conocido como Pozo de Don Gil o Pozuelo Seco, ese mismo año el Rey le otorga la Carta Puebla, que actualmente se encuentra en el Archivo Municipal, y pasa por tanto a llamarse Villa Real.
Uno de los motivos que empuja al rey Alfonso X a la fundación de la
Villa Real es frenar el poder que las Órdenes Militares, y en concreto
la Orden de Calatrava. Fundará una ciudad amurallada, con unos 130
torreones y 6 puertas que se abrían a los caminos de las poblaciones
más importantes Santa María, Alarcos, Granada, Mata, Calatrava y de las
que en la actualidad sólo se conservan restos de la más importante, la Puerta de Toledo.

Será en 1420 cuando Juan II le otorga a la villa el rango de
'Muy Noble y Leal Ciudad Real',
pasará desde entonces a llamarse Ciudad Real. Durante un largo periodo
conviven culturas muy diferentes como los judíos, cristianos y
moriscos, que articulan la ciudad en tres barrios históricos, la judería
que
hoy situaríamos en torno a la calle Libertad, que contó con una
sinagoga mayor y cuya puerta podemos ver en el Museo Provincial; la
Morería, que aún conserva su nombre y el barrio cristiano
que
se situaría en torno a la iglesia de Santiato y Santa María. Una
convivencia que pasará por épocas de tranquilidad y otras de
enfrentamientos.
Hernán Pérez del Pulgar, 1451-1531, merece un alto en el camino,
nace el 22 de julio de 1451 en Ciudad Real, en una casa al lado de la
Basílica Catedral y que hoy alberga el Museo del pintor Manuel López Villaseñor, sería todo un ejemplo de lealtad a los Reyes Católicos, participando en numerosas batallas y gestas.
Comercio, lanas, artesanía y agricultura eran los medios de vida de
los ciudadrealeños de esta Edad Media. Recuerdo de esta época, nuestro
importante gótico, único en la zona, de las tres parroquias históricas
de San Pedro, Santiago y la Catedral, o de la Puerta de Toledo.
La ciudad vive su auge con las industrias de paño, los curtidos de
piel y el valorado vino, que unido al empeño de los Reyes Católicos,
por hacer de ella el centro administrativo del sur de España,
establecieron en Ciudad Real el Tribunal de la Inquisición, que
funcionó de 1483 a 1485, fecha en que fue trasladado a Toledo y la Real
Chancillería en 1494, siendo el más alto organismo
judicial de la época, que tras la muerte de Isabel la Católica, fue
traslada a Granada. En 1691 se crea la provincia de La Mancha y Ciudad
Real será la capital, sin embargo, la eterna rivalidad de Almagro hace
que esta Villa consiga la capitalidad en 1750, aunque será en 1833
cuando quede definitivamente constituida como tal en Ciudad Real.

Llegaron años de declive propiciados por el traslado de los organismos
que anteriormente se asentaban en Ciudad Real y por la expulsión de los
judíos y moriscos, con los que desaparecen los comerciantes y artesanos
cualificados, lo que provocará un retroceso que durará hasta el s. XIX,
serían vanos los intentos por salir de la crisis con la creación de una
Sociedad de Amigos del País o con la construcción de una Casa de la
Caridad por el Arzobispo Lorenzana en el siglo XVIII durante el reinado
de Carlos III, que por falta de fondos poco tiempo después se
destinaría a usos militares, hoy sede de la Universidad de Castilla-La
Mancha.
No será hasta el s. XIX con llegada del ferrocarril en 1861 cuando
se supere el trance en el que se encontraba inmersa y pase a
convertirse en una tranquila capital de provincia burguesa, donde la
clase acomodada se construía sus residencias y acudía al teatro o al
Casino, convertido en círculo social por excelencia.
Durante la Restauración de la monarquía, tras la I República, la
guarnición militar de Ciudad Real al mando del Conde de Balmaseda se
une al General Martínez Campos, para proclamar en 1874 al futuro rey
Alfonso XII. Participarán también el 29 de enero de 1923 contra la
sublevación de la Dictadura de Primo de Rivera.
Tras sufrir el fenómeno de la emigración, la situación económica
iría mejorando progresivamente, al igual que el desarrollo urbanístico,
coincidiendo con el inicio del desarrollo industrial del país. Ciudad
Real experimenta un crecimiento sin precedentes con la edificación del
Campus de la Universidad de Castilla-La Mancha en 1985 y con la llegada
del tren de Alta Velocidad -AVE- Madrid-Sevilla en 1992. La actividad
comercial y el sector de los servicios también experimente un
crecimiento importante, porque han hecho posible que la ciudad, que 20
años atrás apenas llegaba a los 50.000 habitantes, hoy, supere los
70.000 habitantes.
La constante evolución en el número de servicios, comercios,
viviendas, el futuro aeropuerto 'Don Quijote Airport' y el Reino de Don
Quijote, suponen para Ciudad Real un crecimiento y desarrollo sin
precedentes que se ve reflejado en la cifras de la población, según el
INE, a principios de 2004 Ciudad Real contaba con más de 67.000
habitantes y en 2006 la cifra asciende a 70.124 habitantes. Ciudad Real
se encuentra en pleno proceso de expansión y progreso.